El overol, o mono de trabajo como es conocido popularmente, es una prenda extendida y popularizada mayoritariamente. Una prenda que une la parte inferior con la parte superior y viste al individuo con una sola pieza. Un elemento, al parecer neutral, del que parece difícil plantear o extraer alguna cuestión de interés y menos ideológica. Nada más lejos de la realidad, la conocida prenda de trabajo tiene un origen mucho más polémico del que en inicio pueda aparentar.
El creador de esta famosa prenda fue Ernesto Michahelles (más conocido por su seudónimo Thayaht) un diseñador italiano de ascendencia anglo-suiza nacido en la ciudad de Florencia cuya producción nos resulta tan interesante como controvertida.
En 1915 Thayaht exhibe una serie de dibujos abstractos y entra en contacto con los futuristas de Florencia. En 1919 se traslada a Francia para estudiar pintura en la Académie Ranson en París, frecuentando círculos modernistas y dónde comenzó a colaborar como diseñador con Madeleine Vionnet. Fuertemente influenciado por el movimiento futurista y por el ansia de encontrar nuevas formas de vestimenta para el individuo inmerso en el mundo mecanizado del recién nacido siglo XX, comenzó a diseñar indumentaria. Así surgió “la Tuta”, lo que hoy conocemos como mono de trabajo. Posteriormente en 1920 se especializó en técnicas de tintes y estructuras dinámicas en la Universidad de Harvard.
Considero oportuno, antes de continuar, mostrar algunos trabajos adyacentes de la producción artística de Thayaht y el contexto en el que son creados.
Es conocida la afinidad de la mayoría de los futuristas italianos (Boccioni, Giacomo Balla, Fortunato Depero, etc.) con el naciente movimiento fascista encabezado por Mussolini. Una afinidad que toma su cariz de continua evidencia en el caso que nos ocupa. Entre la producción tanto escultórica como pictórica del italiano destacan los bustos dedicados al Duce, figuras vigorosas, estilizadas y geométricas ejecutando el saludo romano, así como diversos elementos que llaman tanto a la mecanización como a la militarización.
Simultáneamente en la década de los años 20, tras la revolución soviética se crearon diversas escuelas, así como se tenía la intención de modificar los ideales y los procesos de producción el arte y los elementos visuales jugaban un papel crucial en este ámbito. Stepanova fue una de las artistas que comenzó a mostrar un especial interés por el diseño textil y la moda, a inicios de la década de 1920, considerándola una disciplina valiosa para la práctica de las ideas constructivistas. El diseño textil, especialmente el formulado por Liubov Popova , Stepanova, Rodchenko y en un nivel diferente Sergei Burylin y Oskar Griun, comenzó a convertirse en uno de los factores (junto a la escenografía, la porcelana y el diseño de mobiliario) más interesantes de la experimentación en Moscú, Petrogrado e Ivanovo. Por su puesto, la orientación de estas creaciones encarnaba el sentimiento constructivista en torno a la idea de que “el arte… era sostenido por la hipocresía de la cultura burguesa y finalmente había chocado contra el mundo mecánico de nuestra época.
La noción del diseño textil y la indumentaria para la construcción de un “nuevo hombre Soviético”, venia en parte de la demanda de transformación de la apariencia de la Rusia Soviética: esto es, un cambio económico, social y de las estructuras política que se materializó en Abril de 1918 en el ambicioso Plan Monumental de Lenin, que constituyó un implacable impulso a las aspiraciones constructivistas de rediseñar completamente el mundo real.
En el mismo año que Thayaht daba a la luz su diseño “Tuta” en Rusia se estaban proponiendo diseños tan similares como diferentes por parte del grupo que formaban Stepanova y Rodchenko, mucho más alegres y cuyas finalidades han resultado antagónicas.
El diseño de Thayaht destinado a las masas era monocromo, cargado de practicidad y ergonomía futurista, alejado de los coloridos diseños de Stepanova y Rodchenko, a menudo destinados a fines lúdicos y con diseños diversos.
El mono de trabajo, como lo conocemos hoy, dista poco de la inicial propuesta de Thayaht, una prenda que tras una mirada superficial muestra y aglutina dos formas posibles de entender e imaginar el mundo.